viernes, 3 de septiembre de 2010

Sherezade


 

Han paso demasiados años para mí

los días han desmontado su melancólica ironía

y el amor que es una acción difícil

ha derramado la tristeza

el lodazal infinito

como algo tan simple

como algo que no es de aquí.


 

Solo quiero un día de amor

un día donde puedas decir mi nombre sin ecos

donde no te fijes en nada más

solo dormirnos a la luz de la vela

sin repeticiones lacónicas

o héroes anónimos que me despierten lleno de sudor

cada noche.


 

Busco un cielo estrellado y cantarte Sherezade

vida mía

sé que a veces eres una niña en calma

tú eres estos versos

que vuelan en el vacío de mis palabras.


 

A veces prefieres esa mujer en tu almohada

yo entiendo de tus dientes

pero hay días que prefiero los suspiros galopando en mi pecho

días que el atardecer me dice que eres tú quién seduce los desiertos

la que seduce mi calma.


 


 


 

Hija de la paz


 

Te gritaron por la calle: Lesbiana de mierda

y viste Madrid por un telescopio

miraste tu corazón hecho sartén

tus unicornios pastando calma

tu hígado con ritmo y son negro

y harta de guerra perdonaste a los niños del metro

que lloraban de hambre

entre arbustos columpiaste tu alma

y le dijste a tu madre

soy hija de la paz.


 

Te gritaron por la calle

sudaca

y tú hiciste una mueca diciendo

madre de dios, hijo de pan

en la trastienda nadie me ha visto

yo soy hija de la paz

soy como las mujeres de tu vida

a veces lloro,

a veces rio.


 

Te fuiste por un hueco

decidiste ir al infierno

un hombre negro lamió el diamante

y fuiste, en aquella tarde flamígera,

acordeón de presas pequeñas

y juntaste las manos pidiendo soñar.

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